Al trabajar en la UMM, es común tener múltiples responsabilidades al mismo tiempo: planeación académica, atención a estudiantes, juntas, reportes, seguimiento administrativo… Sin una buena organización, es fácil perder tiempo y energía. Una forma práctica y efectiva de mantener el enfoque es aprender a establecer objetivos SMART, una metodología que te permite trabajar con claridad, medir tus avances y priorizar lo importante sin sentirte abrumado.
Un objetivo es una meta concreta que deseas alcanzar en cierto periodo. No se trata solo de tener buenas intenciones, sino de saber qué quieres lograr, cómo vas a hacerlo y en cuánto tiempo.
El método SMART te ayuda a formular tus metas de forma efectiva. Su nombre proviene del inglés: Specific (específico), Measurable (medible), Achievable (alcanzable), Relevant (relevante) y Time-bound (con límite de tiempo). Al aplicar cada uno de estos principios, tus objetivos dejan de ser abstractos y se transforman en planes concretos de acción.
Usar objetivos SMART te permite trabajar con mayor enfoque, optimizar tu tiempo y tomar mejores decisiones. Además, facilita la colaboración entre equipos, reduce el retrabajo y te ayuda a avanzar con pasos concretos en lugar de sentir que todo es urgente. Es una herramienta clave para mejorar tu productividad sin aumentar tu carga de trabajo.